Primero fué un autito LandRover a escala 1:24, luego la posta ha sido seguida por varios juguetitos de plástico (especialmente animalitos) ansiosos por recorrer el Perú :D

domingo, junio 29, 2008

Laguna Puchus 21 y 22 de Junio 2008

Salida organizada por Bruno. A la Laguna Puchus ya he ido en Enero, en la temporada de lluvias, nos tocó un día gris y nevó. Ahora es la temporada seca y podríamos ver cómo andaban las cosas por alla.

Esta vez con El jefe Indio :)

Nos reunimos a las cuatro y media de la tarde del sábado 21 en el grifo del óvalo Santa Anita. En este lugar, no muy bonito por cierto, es mejor elegir un grifo, es más seguro que el paradero de las combis.
(para quienes no lo conocen, El Óvalo de Santa Anita en realidad no tiene nada de óvalo, sólo es el horrible cruce de dos enormes avenidas. Es de aquí donde nace la Carretera Central, la cual muere en Satipo.)

En total éramos: Bruno, Yelinna, JuanCarlos, Christian, Carlos, don Raúl y Manolo. Una vez estuvo completo el grupo nos dirigimos al paradero de los colectivos que van a Chosica, a una cuadra más allá.
De Chosica tomamos un carro a San Mateo de Huanchor. Allá estuvimos poco después de las ocho de la noche.
Nos hospedaríamos en el Hostal las Américas, cuyas sábanas han sido reemplazadas por una fibra polar calientita :D :D :D

El cielo estaba despejadísimo, se podían ver multitudes de estrellas. Bruno dijo que eso significa que al día siguiente hará frío.

Después de comer, el plan era ir a comprar lo que faltaba al Minimarket Maná, pero estaba cerrado. Existía aún la esperanza de encontrarlo abierto a la mañana siguiente, así que un poco más temprano de lo usual, nos fuimos a dormir.

Domingo 22:
Debíamos despertarnos a las cinco y media, pero como es invierno la noche se prolonga un poquito más, y ya eran las seis cuando creíamos que eran las cinco y media. Felizmente no tomó mucho tiempo arreglar todo y salir, media hora después.

Y el Maná seguía cerrado. Las cosas que faltaban tuvieron que comprarse en una bodega cerca al puente donde desayunamos, en el mismo puestito de la señora que prepara desayunos (soja, maca, avena, emoliente, pan con queso o camote o jamón).
Es mejor desayunar aquí, es más rápido y barato que en los restaurantes.

Tomamos un Station Wagon hacia Choccna. Es posible acompodar a siete personasy el chofer en uno de esots carros, basta con poner a dos en la maletera. Si San Mateo está a poco menos de 3200 msnm, Choccna está un poco por debajo de los 4000. Allá llegamos a las ocho de la mañana e iniciamos la caminata a las ocho y media.

En la sierra Cielo Despejado = Día soleado. Y ya el sol se asomaba desde detrás de los altos cerros que rodean Choccna. Aquí la quebrada toma el mismo nombre de Choccna. Después de poco más de una hora ascendiendo hicimos el primer descanso. Aquí Juan Carlos nos contó un poco acerca de la Matanza de Santa María de Iquique, y Manolo un poco de José Luis Pardo Chiquián, personaje ya casi legendario, de quién se hizo una película por los años veinte.


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Vista de Choccna desde el sitio del primer descanso.

Aquí hay abudancia de chocho silvestre. Se lo reconoce por sus flores azul-violeta. El nombre científico del chocho en general (porque existen varias especies) es Lupinus, la variedad comestible recibe el nombre de Tarwi y su nombre científico es Lupinus Mutabilis y se ha demostrado que tiene propiedades antiinflamatorias (dato del Instituto de Investigación de Medicina Tradicional de la Universidad San Martín de Porres).

Pasamos por el cerro Chonta, en dirección al abra Huacruyoc a 4400 msnm. Debido a que el terreno está seco y tuvimos muy buen clima, esta caminata fué relativamiente fácil. Al medio día llegábamos al otro lado del abra y nos encontramos con un charco (que aspiraba a ser laguna) en donde nadaban dos solitarios patos. En un primer momento lo confundimos con Puchus, pero ésta está más allá, siguiendo la aldera de un cerro, caminando sobre morrena un tanto fastidiosa pero fácil de cruzar. La morrena indica que en algún momento en el pasado todo esto estuvo cubierto de nieve y hielo.

Bruno bautizó al charco, a donde se quedó a descansar JuanCarlos, como "Laguna Pucho": un mero charco grande que posiblemente no durará mucho sin las lluvias.


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Aquí, yendo hacia la laguna "Pucho".

Puchus, metida en una hondonada en medio de los cerros, como agua de lluvia empozada, no parece la gran cosa a primera vista. Incluso está algo más pequeña que meses atrás. Para poder apreciar Puchus en todo su esplendor es necesario rodearla y ver cómo sus aguas cambian de un color verde-aburrimiento a un espejo que refleja el cielo y las montañas.


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Este es el lado bonito de la laguna Puchus.

La laguna está poblada de patos, huachuas y yaravicus. Es probable que sea época de anidación, porque escuchamos ruiditos venir de las rocas en el suelo, a varios metros de la orilla. Esa es la razón de porqué esta vez mi dueña no le dio la vuelta a Puchus, no quería molestar a las aves.

Aquí aprovechamos para almorzar, y Yelinna para intentar dormir. Antes de que se hiciera demasiado tarde, a las dos y media, Bruno anunció que ya era hora de volver.


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Otra vista de la laguna.


La bajada hacia Choccna la hicimos en poco más de dos horas. A las cinco ya estábamos en Choccna, donde debía recogernos el carro para volver a San Mateo. No habían pasado muchos minutos de espera cuando se apareció otro carro, conducido por un señor un poco despistado, que preguntó sobre un lugar plano para poder criar truchas.

Criaderos de truchas hay más abajo, en Rió Blanco. Manolo le explicó que no es sólo cuestión de buscar un lugar ancho y llano, también es ver que el agua sea la adecuada. Le comentó acerca de la laguna Yanaulla, donde no las truchas no pudieron prosperar, y sobre cómo se consideran las propiedades en las sierra. Aquí no existe la propiedad tal y como se entiende en Lima. Una persona no es dueña de la tierra, lo es toda la comunidad. Quien desea adquirir terrenos tiene que hablar con las autoridades de la comunidad. En teoría si la gente del pueblo no desea vender, la venta no se realiza. Pero dada la corrupción que existe, suele pasar que el representante de la comunidad recibe una paga para vender tierras de las que el resto de la gente no quería desprenderse. A raíz de esto han habido muchísimos problemas en el interior del país.

Al final el señor agradeció la información y se fué. Al poco rato llegó nuestro carro. Veía lleno de gente y las cosas que traía. Lo que estaba más a la vista eran los botellones de gaseosa que descargaban. Aparte de esto, Choccna parece un pueblo fantasma, normalmente no se ve a nadie.

Después de acomodarnos (dos en la maletera) fuimos directo a San Mateo, a donde llegamos al anochecer. Esta vez no tuvimos dificultad en tomar un micro a Chosica, era temprano y no había demasiada gente.
Finalmente llegamos a Lima sin novedad.

Las fotos están en este álbum, y en éste otro.

Y ahora, Yelinna quiere poner otra canción que le gusta:

Ismail YK -
boomp3.com

domingo, junio 08, 2008

Laguna Yanaulla - 1 de Junio del 2008

Salida organizada por Bruno, esta vez al distrito de Marcapomacocha, provincia de Yauli, Región Junín, pegado (o casi pegado) a la provincia de Huarochirí en la región Lima.

Esta vez con Chenn, la guepardo:

El itinerario fué el siguiente: pasaríamos la noche en San Mateo de Huanchor y al día siguiente partiríamos muy temprano hacia Marcapomacocha.
Llegamos al hostal Las Américas en San Mateo a eso de las siete de la noche. Lo bueno de Las Américas es que está justo en frente del minimarket Maná donde venden literalmente de todo, así que no hay problema si se olvidó algo en Lima.

El grupo estaba formado por: Bruno, don Raúl, Samuel, Yelinna y Christian.

Al día siguiente nos despertamos a las seis de la mañana para, después de arreglar todo, ir a desayunar al puente sobre el río Rímac, a la entrada de la ciudad de San Mateo (el hostal queda un poco antes). También aprovechamos para saludar a Don Raúl por su cumpleaños nº 76.

Es buena idea ir a desayunar en el puente porque allí siempre está una señora que sirve vasos de quina, emoliente y/o maca a 50 céntimos. Lo mejor es la soya. Es distinta a la que venden en Lima, la cual ya está procesada y hecha polvo para prepararla como leche. También vende panes con queso, camote o jamón :D

Ir a la quebrada Antaccasa (se pronuncia Ant'ajasha como dice Bruno) no es tan caro como ir a Yuracmayo dado que existe una carretera. Cuesta menos de diez soles por persona y se está allá en media hora más o menos. Desde allí debíamos andar hasta la laguna...
... o lagunas. Yanaulla en realidad son cuatro lagunas, una a continuación de la anterior.

Antaccasa es una quebrada fría fría a más de 4000 msnm. El sol casi no brillaba (o lo hacía por ratos). En realidad se esperaba que hiciera más frío. El punto más alto que debíamos pasar era el paso de Antaccasa a 4900 msnm antes de llegar a nuestro destino. A eso de las diez nos detuvimos para descansar y comer algo, justo donde había huellas de que habían trasquilado llamas (algunos mechones estaban entre el pasto, Samuel los recogió y los guardó. En verdad, era muy poco para intentar tejer algo).


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Aquí estoy intentando imaginar que es una llanura en el África en lugar de la fría pampa Curicocha en los Andes. Lo malo: no hay potenciales presas en el horizonte.


Las primeras dos lagunas son apenas charcos en medio de los cerros. Pero desde ellas se ve el nevado Rajuntay, el cual no llega a los 6000 msnm.


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Helo ahí, el Rajuntay.

Fué antes de llegar a la tercera laguna cuando nos encontramos con un rebaño de ovejas. Huyeron al vernos (verme?) . Es por esta parte que se ven pliegues de roca en el suelo. Bruno explicó que fueron producidas por las fuerzas de compresión que alzaron los Andes, hace muchos millones de años atrás.

Las fotos, están en este link.

Llegamos a la última laguna después del mediodía. Es la más grande y la más bonita, sus aguas son cristalinas, se pueden ver las plantitas que yacen en el fondo.

¿Fotos? Hay fotos en este álbum :)

Y ahora, a petición popular (en realidad a petición de Bruno):

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Como dijo el autito: "Esto es dedicado a tod@s mis fans :D :D "

En este punto aprovechamos para almorzar, descansar y tomar fotos. Fué cuando escuchamos ladridos y se nos acercó un jinete acompañado de dos perros pastores. Iba buscando las ovejas que espantáramos una hora antes. En realidad, creyó que éramos abigeos (ladrones de ganado) y temía por sus ovejas. Cuando le explicamos que sólo éramos caminantes que estábamos de paso se tranquilizó, sus ovejas debían estar en alguna parte de la quebrada, no muy lejos. Nos contó que una de las lagunas se llama Millpo (posiblemente una de las más pequeñas) y que solía secarse. Además de que "Yanaulla" significa "cara negra", pues la laguna mayor se ve negra cuando está muy nublado (en ese momento hacía sol). Bruno le preguntó si había truchas en esa laguna grande y el señor le contó que hacía 16 años intentaron sembrar truchas, pero no resultó, no prosperaron, algo tiene el agua, capaz algo de las mismas rocas, que no permite vivir a las truchas. Aún sí en ella viven varios patos.

En este link hay más fotos.



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El agua no estaba mal.

Partimos de regreso antes de las dos de la tarde. No llevábamos mucho rato caminando cuando, por detrás de los cerros, empezaron a aparecer más pastores creyendo que éramos abigeos. Se acercaron a preguntar de dónde veníamos y que hacíamos allí. Como dice Bruno, el problema de los palos de trekking es que de lejos parecen cañones de escopetas. Los pastores contaron que hay una parte de Marcapomacocha a la que no se puede entrar sin permiso municipal (así de grave es el problema de los abigeos!), antes que nos diéramos cuenta habíamos viajado en el tiempo al lejano oeste: ganaderos que intentaban cuidarse de los ladrones. Sólo había que cambiar los sombreros de vaquero por chullos y gorros, y el desierto de Texas por los altos y fríos Andes.
Se convencieron al vernos tomarle las últimas fotos al Rajuntay. Los abigeos no cargan cámaras digitales, y para la gente de los Andes cualquiera que venga de Lima y cargue una cámara digital es "gringo" y no representa peligro alguno. Así que los vimos adelantarnos y alejarse.

No volveríamos por el mismo camino, sino tomando la Quebrada Chinchán. Un rato después volvimos a ver a las ovejas de la discordia, pastando alegremente a un lado de la quebrada.

La quebrada Chinchán es más fría que Antaccasa y por ella corre un viento gélido, feroz. En esta ocasión no hizo tanto frío como relatan quienes han venido antes por acá. Debíamos llegar a la estación de Chinchán, junto a la carretera, a 4200 msnm, a donde llegamos a eso de las cinco y media de la tarde siguiendo la trocha.

Y no pasaba nada, sólo el tiempo. Ya habíamos considerado caminar hasta Casapalca (a pocos minutos de allí) cuando, casi por milagro, apareció una Station Wagon que aprovechaba ese tramo de carretera para dar la vuelta y volver a San Mateo a donde llegamos ya de noche.

Como eran menos de las siete no fué mayor drama coger un carro a Chosica en donde estuvimos a las ocho y media. Exactamente un grifo a la entrada de la ciudad donde tomamos el micro hacia Lima para evitar a toda la gente que se sube ya alcanzando el parque de Chosica. A veces es buena idea hacer una parada aquí: venden comida como anticuchos y picarones, y a veces también hay una feria artesanal.