Primero fué un autito LandRover a escala 1:24, luego la posta ha sido seguida por varios juguetitos de plástico (especialmente animalitos) ansiosos por recorrer el Perú :D

domingo, marzo 30, 2008

Lagunas de Collquepucro: 20-23 Marzo 2008

Salida organizada por Brunotrekk para Semana Santa (del jueves 20 al domingo 23 de marzo). Y a partir de ahora voy a empezar a experimentar con otros juguetes aparte del famoso carrito (escala 1:24) el cual ya tenía viajando por casi tres años.
La razón es simple: se me está destrozando! No está hecho para aguantar viajes tan duros y si sigo así terminará hecho pedazos. Ya se le rompió el tubo de escape, un espejo y se le está dañando una rueda (todo reparable, felizmente), además que ya tiene toda la arena de Mendieta y Marcona adentro. En fin, a partir de ahora voy a experimentar con animales de plástico, por el hecho de que son literalmente indestructibles. Ah! Sí, yo también voy a extrañar al carrito, pero ahora va a permanecer en mi escritorio, y si sale en alguna foto (pues queda muy bien en las fotos), será para cosas como ésta.

Era algo que tenía que ocurrir tarde o temprano, gente.

He aquí la narración del viaje, hecha por Sinchi, el pequeño jaguar:

Donde nos reunimos para partir fué el parque detrás del ex-cine Orrantia a las seis y media de la mañana. Llovía ligereamente y el sol se asomaba apenas entre las nubes. Cuando esto sucede, una vez cada tantos años, es posible ver el arcoiris en el cielo gris.

Las fotos se pueden ver akí :)

En este parque nos encontramos con buses que partían a varios lugares distintos: los de Andex iban a Huancaya, también estaban los de Elica Travel que iban para Caral, también había gente saliendo a Canta y Lunahuaná.

(Siguiendo con la tradición) A las siete iniciamos el viaje. Pasamos por:
7:30am: Ate
10 a 10:30am: Desayuno en San Mateo (antes ya habíamos estado picando algo en el carro)
11:40am: Pasamos por la represa Yuracmayo cuyo nivel de agua está bastante por debajo de lo habitual.
2:00pm: Laguna Suyoc
3:00 pm Llegada a Huachipampa.

Hacía mucho frío, estábamos por encima de los 4000 msnm. Allí los pobladores nos cedieron un aula de la escuela para pasar la noche. tardó un poco porque la profesora no estaba y otra persona tenía la llave.
Aquí abundan los rebaños de llamas y alpacas, las que pastaban alrededor. Meintras nos instaábamos cayó la noche. Conversamos un buen rato acerca muchas cosas interesantes: un poco de religión, racionalismo, cultura y sociedad.
A diferencia de otros campamentos, esta vez nos fuimos a dormir temprano, a eso de las ocho de la noche. Detrás de las lomas está la laguna Piticocha, la primera del viaje. Cuenta Bruno, quién despertó al amanecer, que todo estaba cubierto de hielo, probablemente de una nevada. Aún después de las ocho (cuando ya partimos de Huachipampa) los cerros cercanos pernamecían helados. Es en la época de lluvias cuando nieva y graniza más.

Antede de llegar a Huachipampa, tuvimos la suerte de ver cóndores. Tres de ellos volaban en círculos sobre la carretera que llevaba a Huachipampa, a eso del mediodía del jueves. Uno se paró en las rocas, tan cerca, que se le podían ver las plumas del collar. Lo malo: Fue espantado por la gente del carro que iba delante que quiso tomarle fotos, pero pasó volando por encima de nosotros, tan cerca que se distinguieron los colores blanco y negro de sus alas. Dice Bruno que ver algo así es muy raro, y hay que tener mucha suerte :)

Viernes 21:

En la mañana estuvo muy soleado, pero el aire se sentía frío. "El clima perfecto para caminar". Mas a mendida que avanzaba la mañana, y ya de tarde, el clima empezó a emperorar, hsta que a eso de las tres tuvimos que acampar junto a la laguna Chuspi debido al mal tiempo. Llovió y granizó mucho, todo quedó empapado.
El viento era tal que Yelinna tuvo que meterse dentro de la carpa de bruno y José para que no se la llevara el viento mientras la sujetaban. Armar su carpa fué más fácil, ya casi había parado de llover.
De noche el viento corrió feroz, a tal punto golpeaba y sacudía las carpas que muchos pensaron que había temblor. Casi nadie pudo dormir, incluyendo Yelinna. Después supimos que el protector de la carpa del señor Raúl (ya viejo compañero de aventuras) había volado con el viento (felizmente la pudo recoger!).

Sábado 22:

A la mañana siguiente seguía soplando el viento frío de la cordillera. Estábamos a 4450 msnm y cuenta José que a 6000 msnm los vientos son tan fuertes que pueden levantar y volcar una carpa con mochilas adentro, incluso personas. Las carpas de alta montaña son distintas a las de media montaña: si éstas parecen iglús, las de alta montaña son más pegadas al suelo, de un volumen menor, cuya forma ofrece menos resistencia al viento.

Este día levantamos tarde el campamento. Eran als diez de la mañana cuando recién partimos hacia las otras lagunas, todo debido al fuerte viento, que recién paró a estas horas.

Y ahora, una foto de la laguna Chuspi junto a la que acampamos:

Photobucket

Acá otro compañero de viaje: Kurt, el lobo.

Debido al clima y a las precipitaciones, las algunas no permanecen con el mismo nivel todo el año, sus orillas cambian con las estaciones. Por ahí alguien temía que la "marea" de la laguna inundara el campamento, pero se le adelantó la lluvia. Gracias a una de las Enciclopedias de Snoopy de los ochentas sabemos que sí, efectívamente, lagos y ríos tienen mareas, pero éstas son tan pequeñas que no se notan.

No habíamos caminado mucho tiempo hasta que llegamos a otra parte de la laguna Chuspi por cuya orilla debíamos caminar, pero ésta estaba tan empinada que la única manera de pasar era rapeleando con una cuerda. Acá casi toda la gente eran novatos en esto del rapel (mi dueña incluída) así que nos demoramos más de lo habitual. Fué un momento que aprovechamos para descansar. Yelinna había exagerado con el agua y su mochila estaba más pesada que de costumbre (según cálculos de Bruno: 20 kilos, el 40% de su peso, cuando lo recomendable es no pasarse del 30%).

Tomamos el camino que lleva por el nevado Pariacaca (conocido también como "Apu Pariacaca").

Y ahora, un texto enviado por Bruno por mail:

A continuación reproducimos parte de la traducción realizada por José María Arguedas, en la obra “Dioses y Hombres de Huarochiri”(1966) del texto quechua recopilado a fines del siglo XVI por el cura cuzqueño Francisco de Avila. En él se hace mención a este cerro, hijo del dios andino Pariaqaqa, y conocido antiguamente como Chuquihuampo:

“Ya vencedor, Pariaccacca, supo que había una mujer llamada Manañamca. Era demonio y había vivido con Huallallo Carhuincho. Se encontraba, entonces, en la parte baja de Mama, en algún lugar de esos sitios. Pariacaca fue hacia abajo de Tumna, a luchar contra la mujer. Ella empezó a arder como fuego, y desde el lugar en que estaba, hacia abajo, lanzó ¿una piedra? e hirió en el pie de uno de los hijos de Pariaccacca llamado Chuquihuampo. Y ocurrido esto, Pariaccacca venció a la mujer y la arrojó en dirección del mar. Le costó padecimientos vencerla. Y fue, después, hacia el sitio en que estaba su hijo Chuquihuampo. Tenía la pierna quebrada. Pero él le dijo a su padre: “No es conveniente que yo vuelva. Desde aquí vigilaré a esa mujer, Manañamca. Puede ser que pretenda regresar”. “Está bien”, le respondió el padre. Y dio órdenes para que el hijo tuviera siempre comida, luego dijo: “Todos los hombres de estas dos quebradas te traerán coca, tú masticarás coca antes que nadie lo haga; y cuando la hayas probado, después que tú, podrán hacerlo los otros. Además, degollarán para ti llamas viñayrrua que aún no hayan parido, y también te ofrecerán trozos de orejas que han de cortarles; todas estas cosas comerás por siempre” Así ordenó, mandó que se hiciera. Y recordando y cumpliendo lo que él dispuso, le llevan coca, antes de probarla, a él primero, desde Sacica, desde Sontoya, desde Chichima, desde Mama, desde Huayocalla, desde Sucyacancha, le llevan hasta en estos tiempos, aunque ahora escondiéndose. Y así, de ese modo viven”.

En esta otra web también se puede leer un poco sobre Pariacaca y su rival Wallalo Carhuincho:


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Aquí frente al Apu Pariacaca, se notan sus dos picos y la laguna Chuspicocha.
(sí, puede pensarse que queríamos simular Los Alpes :P )

Descansamos un rato a la vista de este hermoso nevado, esperando a los rezagados del grupo.
Como se notará no nos detuvimos a almorzar. El tiempo apremiaba, sobretodo porque habíamos partido tarde, y el rapel de la laguna también nos retrasó.


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Pudo ser mi hora del almuerzo... pero he dicho que no nos detuvimos a almorzar!!


Como el día anterior, hizo sol durante la mañana, y también las primeras horas de la tarde, mas a eso de las cuatro o cinco, el cielo se oscureció mucho, casi no llovío, pegro granizó y nevó con fuerza. Dejamos atrás los pastos y atravezamos una zona pelada llena de rocas, algunas con curiosas marcas.

En plena nevada nos refugiamos bajo una roca que nos cubría un poco de la nieve. Tras un breve descanso continuamos el camino.

Altitud: 4950 msnm. Longitud del paso de nieve calculada a ojo: 300 metros aprox.
Increíblemente, el cielo se despejó y salió el sol del atardeceer. Era impresionante verlo por encima del manto de nieve, la cual llegaba hasta las rodillas. No hacía frío (o quizás eran las endorfinas que no dejaban sentirlo). Bajr una pendiente cubierta de nieve no es fácil, (sí, nuestra dueña fué la que se cayó y terminó deslizándose por un pedacito de la pendiente).

¿fotos? Akí hay más fotos!!

Ya más abajo, la tierra era casi un pantano. Debíamos llegar a una laguna llamada Parac para poder armar el campamento, pero ésta estaba aún bastante lejos, siguiendo la húmeda quebrada. Cayó la noche y aún no llegábamos. Los que tenían linternas las encendieron, iluminando el camino de quién no tenía. Pasamos por donde las vacas pastaban. había partes que parecían un pantano, un poco menos que los de Huayllay, en el Bosque de Piedras, en esta misma época del año.
Bajar a la laguna también fue complicado, no se podía seguir un camino recto debido a la pendiente. Fue aquí donde lo que parecía un animal pequeño se nos cruzó delante. Era muy pequeño para ser un zorro, así que probablemente era una vizcacha (toda esta es zona de zorros, vizcachas y pumas).
Una vez que llegamos, otro problema era hallar un lugar adecuado para acampar. Por las vacas todo estaba muy sucio o no había suficiente espacio. Finalmente Bruno escogió un lugar llano, más o menos limpio (más o menos). La ventaja de acampar junto a Parac es que aquí casi no hay viento.

Acampar en la oscuridad es más fácil que bajo la lluvia o con viento fuerte.
Yelinna estaba tan cansada que casi tuvieron que obligarla a comer (recuerden: no hubo almuerzo... no sé porqué sigo repitiendo esto).

Domingo 23:

Esta vez nos quedamos en el campamento más horas que las que debieran disfrutando del buen tiempo. Hacía sol, aprovechamos para poner a secar la ropa y que la gente fuera a lavarse en el río. tanto así que eran las once de la mañana cuando iniciamos la partida.

Hizo mucho sol, aunque por momentos llovió un poquito. Había momentos en que parte del grupo se retrasaba mucho, y corrían el peligro de perderse, porque no hay camino marcado (nosotros íbamos delante, a mi dueña le iba mucho mejor después de regalar litro y medio de agua la noche anterior y en el desayuno!! Bruno tuvo la amabilidad de usarla toda).
Esta vez el camino no fué tan penoso. Pasamos junto a la laguna Rantao, pero más impresionante es la laguna Totoral, donde Bruno quería bañarse, pero no pudo porque el tiempo apremiaba.

Antes de llegar a Rantao, hay que ir subiendo y bajando los cerros, entre las piedras. Aquí llegamos a ver una vizcacha, del tamaño de un conejo grande y del mismo color que la hierba seca. Suelen esconderse entre las piedras y huyen a toda velocidad, saltando como liebres. Un poco antes de eso, encontramos una zona rodeada de montañas, que tenía un excelente eco (no hace falta decir que Yelinna estuvo jugando un rato con el eco ¿verdad?).

Después de dejar atrás Rantao, se ve en el horizonte a la enorme laguna Tototal:


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En la laguna Totoral :D

Apenas nos quedamos unos momentos, lo suficiente como para tomar algunas fotos. Debíamos llegar a la carretera, donde nuestro transporte a Lima ya nos estaba esperando. A partir de este punto el camino era todo llano y seguía a una acequia de cemento. Eran aproximadamente las dos de la tarde y tampoco nos detuvimos a almorzar :(

Llegamos a la carretera algo así de una hora después, y allí estaba el carro alistándose para partir, sólo era cuestión de esperar al resto del grupo. Empezó a salir el sol nuevamente y, una vez dejadas las cosas, cuenta mi dueña que el caminar un rato en tan bello lugar sin cargar peso es una delicia, dan ganas de saltar y hasta de parase de cabeza. Casi no parecía que estuviéramos aún a más de 4000 msnm.

Y ahora, unos datos de las lagunas dados por Bruno:

a continuación la lista de lagunas vistas durante la excursión. En orden de aparición:
  1. Piticocha 1 (4395 m.s.n.m.)
  2. Piticocha 2 (idem)
  3. Pariachaca (4435 m.sn.m.)
  4. Chuspi (4475 m.s.n.m.) Lugar del 2do campamento
  5. Chuspicocha (4625 m.s.n.m.) Al pie del Pariaqaqa
  6. Collquepucro (4561 m.s.n.m.)
  7. Parac (4510 m.s.n.m.) Abajo del 3er campamento
  8. Rantao (4240 m.s.n.m.)
  9. Totoral (4205 m.s.n.m.)
Por último: Auraluz nos envió sus fotos de la laguna Puchus!

lunes, marzo 17, 2008

8 y 9 de Marzo: Laguna Jeulla

Salida organizada por Brunotrekk

¡Esta vez en época de lluvias! La vez anterior que hicimos esta ruta, Jeulla era un triste charco :(

La idea era reunirnos en el óvalo de Santa Anita, pero por culpa de la Universidad, mi dueña y yo les dimos el alcance al grupo en el hostal Las Américas en San Mateo (en realidad llegamos antes que todos, incluso de quienes venían con Giancarlo en su carro). Lo bueno de Las Américas es que al frente hay un mini market donde venden todo lo que te olvidaste de comprar en Lima. Es un buen lugar para abastecerse.

Debíamso salir a las seis hacia Choccna, pero recién estuvimos allá a las ocho (es una hora en carro desde San Mateo).Eso pasó porque nos quedamos mucho rato conversando con Bruno después de despertar, un poco antes del amanecer. La sobremesa de la cena de la noche anterior también estuvo interesante: un poco de existencialismo, racionalismo y otras cosillas, porqué es absurdo el planteamiento de un universo tipo Matrix (no sólo porque no se puede probar la existencia o no de la Matrix ya que se debería salir del Universo para observarla, sino de que ese "cajas dentro de cajas" puede extrapolarse al infinito) así que es de comprender que la hora se nos pasara sin darnos cuenta.

Cuando llegamos a Choccna el día estaba muy soleado, pero el aire era frío, las condiciones perfetas para caminar. Giancaro llevó su filmadora y se puso por ratos a grabar a la gente para su programa de televisión "Perú Entre Montañas". El sr. Raúl (ya nos hemos encontrado con él varias veces, por los datos que rellenó en la hoja de participantes supimos que nació en 1932, fácilmente podría ser nuestro abuelito ¡y tiene una resistencia!!) contó que ya antes ha aparecido en las filmaciones de Giancarlo.

Choccna está a 3900 msnm y es un pueblito dedicado a la agricultura y la ganadería. De allí tomamos ruta por el cañón del Río Blanco, el cual ya no arrastra más sedimentos, sus aguas son transparentes. Bruno dijo que es posible ver las truchas (hay un criadero por aquí cerca) pero esta vez no tuvimos suerte.

Una hora después aproximadamente tomábamos la ruta de la quebrada Pucullo ya a más de 4100 msnm. El paisaje es hermoso, con tanto sol y nubes de formas caprichosas en el cielo (nos llamó la antención una enorme, solitaria, y unos cirros en la primera parada, incluso un halo como el arcoiris rodeando al sol).


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Aquí junto al Río Blanco

Poco antes de llegar a Jeulla nos encontramos con un señor que vive por esa zona, tan solitaria, quien iba a caballo (en realidad era una yegua, y estaba preñada), acompañado por otra yegua y dos perros de muy mal genio. Al principio le ofreció a quien iba más rezagado llevarlo cabalgando, pero éste desistió porque no sabía montar, entonces le hizo el mismo ofrecimiento a mi dueña.
Aceptó un poco dudando, ya que si ella sabe montar, sólo lo ha hecho con la silla y sus respectivos estribos, esta vez no había estribos y a silla era una manta doblada.

No es tan difícil montar sin estribos, al poco rato se coge el equilibrio, la única vez en que casi ella se cayó fué cuando la yegua dió un pequeños alto para pasar entre las piedras. Primero ella montó detrás del señor, luego él se bajó (mucho peso para el pobre animal) y se limitó a dirigir a la yegua, mientras mi dueña tenía la tarea de azuzarla dándole en el trasero con una cuerda si ésta no quería caminar. Y así fueron un rato, Yelinna cogida de una mano, manteniendo el equilibrio sobre una yegua, en estas rutas difíciles de cordillera.

Montar da la oportunidad de apreciar el paisaje con más detenimiento, y es casi hipnotizador. Aquí no se ve a nadie, a lo mucho nos encontramos con unas llamitas, que aparte de las vacas, son las únicas que vienen por esta parte.

Las fotos están akí.

Llegamos a Jeulla a la hora del almuerzo. Empezaba a nublarse y a hacer más frío, tanto que Bruno lo describió como "Estar en un frigider". Mi dueña (a lomo de yegua) pasó de largo de donde el grupo ya se había sentado a comer, pero sólo alcanzamos la mitad de camino entre Jeulla y Ahuascocha. Quien también llegó hasta allí fué Giancarlo. Lo que nos hizo desistir de llegar a Ahuascocha (la otra laguna que debíamos visitar, ya a 4600 msnm) fué el cielo que se estaba poniendo muy muy feo. Así que después de pensarlo, fuimos a reunirnos con el grupo, e ir a admirar Jeulla.


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Hay tanta agua aquí que recuerda a Yauyos. Jeulla es inmensa, cuando apenas unos pocos meses atrás era un triste charco.
No pudimos ver los nevados Pucullo y Yurcomachay, pero aún si llegábamos a Ahuascocha no hubiéramos podido verlos, estaba muy nublado y con mucha neblina, más allá del abra no se veía anda.

Después de comer, regresamos por el mismo camino. Tuvimos la oportunidad de despedirnos del señor que tan amablemente nos ofreció su montura. Como estaba nublado, el camino se veía muy diferente, completamente distinto. Aunque en la montaña, el mismo camino no se ve igual de ida y de regreso. El camino se hizo largo y el cielo estaba oscuro y gris. Ya a la mitad del recorrido empezó a llover. Dice Bruno que hizo más frío de lo acostumbrado. Mi dueña debe confesar que reconocio el cañón del Río Blanco por el puente que lo cruza, ya casi llegando a Choccna.
Estuvimos allá poco después de las cinco de la tarde, y ya era completamente de noche cuando llegamos a San Mateo, donde seguía lloviendo. Incluso en la carretera se veían piedras que se habían desprendido. Sí, era para meter un poco(?) de miedo.

Datos del Sr. Raúl: distancia recorrida: 18 km. Desnivel: 800m.

Ya de regreso, mi dueña y yo nos quedamos en la casa de Chaclacayo, donde la abuela :D Nos gusta pasas por donde la abuela ya que ella es muy consentidora, y eso siempre cae bien después de una dura camianta :D :D

Por cierto: Yelinna le agradece a Bruno el haberle prestado su boina tan abrigadora casi todo el camino :)