Primero fué un autito LandRover a escala 1:24, luego la posta ha sido seguida por varios juguetitos de plástico (especialmente animalitos) ansiosos por recorrer el Perú :D

domingo, diciembre 23, 2007

Navidad en las Montañas: Chocos 15 y 16 de Diciembre

Actividad organizada por AirePuro para el pueblo de Chocos y sus anexos (San José, San Miguel y Totorá) los cuales se ubican en la provincia de Yauyos, más hacia el lado que da a Cañete (Huancaya y Vilca están más hacia el lado que da a la región Junín).

El punto de reunión fué el terminal de la empresa Soyuz de donde salen buses hacia Cañete, Pisco, Chincha e Ica. Aquí nos encontramos con viejos amigos de aventuras: Auraluz, Paul y Oscar.
El grupo tomó los buses que pudo. Auraluz y mi dueña eligieron el más barato de los que salían a las 3:40 pm. En terminales con alta demanda, los buses salen cada diez o quince minutos aproximadamente.

Aún no había salido de la ciudad, y el bus se paraba en cada cuadra a recoger pasajeros. Avanzaba a un promedio de 30 metros por hora, y se paraba varios minutos a negociar con la gente que deseaba subir, mas una vez que dejamos la urbe, el bus avanzó a una velocidad más respetable.
Para ir a Cañete se debe tomar la carretera Panamericana sur, la cual pasa por el boulevar de Asia, bordeando las playas, gruzando el desierto. A pesar de todas las demoras, el viaje fué más breve de lo esperado: poco después de las seis de la tarde ya estábamos en la terminal de Soyuz en Cañete.
Allá ya nos esperaba la combi (sí, era una combi, pequeña, apretada, muy apretada) que nos llevaría a Chocos. Esperamos a que llegaran los que habían abordado los buses de las 5:45pm. Apenas media hora después, partíamos hacia Chocos.

Como íbamos de subida, la combi iba despacito. A las 7:45 de la noche pasábamos por Pacarán, e hicimos una breve (muy breve) parada junto a un pequeño restaurante, donde ya no tenían nada qué comer, para que la gente fuera al baño y comprara algo para el camino (éstos restaurantes son a la vez bodegas).

Eran las diez de la noche cuando llegamos a Chocos. Éste se ubica a 3500 msnm, más o menos la altura de San Mateo de Huanchor.
Pasaríamos la noche en el hospedaje municipal. Después de ayudar a guardar las donaciones y los regalos, se asignaron las habitaciones. Como no habían suficientes camas, algunos tendrían que dormir sobre colchones (mi dueña incluída). Las frazadas eran donaciones de los Estados Unidos según decían sus estampados.

Como hubo quienes no habían almorzado, algunos fueron a ver si encontraban dónde comprar comida. Mi dueña prefirió quedarse en su colchón bajo la frazada. No hubo quién vendiera nada, pero esa noche hubo una actividad para una promoción de primaria y les regalaron comida.

A la mañana siguiente nos despertaron a eso de las seis de la mañana.
Hacía un frío intenso, digno de 4500 msnm, no de apenas 3500. Había una espesa neblina que lo ocultaba todo, como si el paisaje se diluyera en leche aguada. Desayuno no hubo, cada cual comió lo que tenía. A las siete, ya saíamos del hospedaje rumbo a... bueno, podría ser el coliseo del pueblo, aunque era en realidad una cancha techada y cuyo suelo sufrió mucho durante el terremoto de Agosto. Allí había sido la actividad de la noche anterior (lo supimos por los letreros que quedaron).

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Aquí apreciando la neblina.

Acomodar las cosas, poner los globos y colgar carteles tomó sus buenas dos horas. Igual que en años anteriores, se harían juegos con los niños antes de repartir el chocolate caliente y el panetón, al final sería la repartición de regalos. Este año no habría obra teatral. A los niños se los dividiría en equipos llamados: azul, verde, amarillo, rojo y naranja.

A los niños de la sierra les encanta que les tomen fotos. Nos pasó en Huaraz, y nos pasó aquí también: dos chiquitos (un niño y una niña) no dejaban de rogar que les tomaran fotos, hasta a mi dueña, quien no suele ser muy afectuosa con los niños.
Sus fotos están akí, junto a todas las de la actividad :)

Antes de que empezaran los juegos, ya los del equipo azul ya jugaban matagente. Aquí dentro hacía más frío que en el exterior, y la neblina era igual de espesa, tanto que muchas de las fotos salieron oscuras y borrosas y terminaron siendo eliminadas.

Photobucket

Preferí no acercarme demasiado, no vayan a pensar que era parte de las donaciones.


Los juegos duraron bastante, se les regalaron caramelos y yases a los niñitos. Era como si no sintieran frío.
Después se repartió el chocolate y el panetón. Alcanzó parar todos (niños y adultos) y hasta sobró. En un clima tan frío, sí tiene sentido la tradición del chocolate caliente por navidad.

Para la repartición de regalos, ya cada paquete tenía el nombre de un niño o niña asignado. Les gusta lo usual: muñecas, carritos y en especial pelotas. No habíamos terminado y ya los niños estaban jugando con las pelotas. Hubo uno, muy pequeño, feliz de haber recibido una pelota cuyo diámetro mediría lo mismo que él.

A la una y media de la tarde ya terminó la actividad y la neblina era menos espeza. Ya se podía ver el pueblo de Chocos y las montañas al frente, junto a su sistema de andenes. La neblina subía por la ladera de los cerros alejándose del pueblo. Casi no hubo tiempo de despedirse, después de llevar las donaciones que sobraron o que estaban destinadas a los añexos, al hospedaje municipal, trepamos a la combi (la misma) que nos llevaría de regreso y partimos hacia Cañete.

El camino de bajada es más rápido que el de subida. Se hizo una breve parada para cambiar la llanta (no a mí, a la combi) y otra junto a un grifo para comprar comida y permitir que la gente usara el baño. El grifo ya tenía puesto los adornitos de navidad y se notaba que era una construcción nueva. Ya para entonces, estábamos en la carretera, bordeada por chacras de choclo.

Llegamos a la terminal de Soyuz en Cañete antes de las cinco y media de la tarde. Aquí se compran los boletos y se abordan los buses a medida que éstos van saliendo, a diferencia del terminal de Lima, en el que se aborda el bus con la hora asignada. El boleto de Lima a Cañete costó 19 soles. El de Cañete a Lima sólo doce, aún no sabemoos porqué.

Antes de las ocho ya estábamos en Lima ciudad. En lugar de ir hasta la terminal de Soyuz que queda por la Av. México, Auraluz y Yelinna prefirieron bajar en la avenida Canadá, pues de allí era más fácil ir a sus casas. Mi dueña tuvo que ir hasta Javier Prado, pero el regreso a casa fué rápido y sin incidentes. A las ocho y media ya estábamos allí :D

Oscar nos envió videos!
http://youtube.com/watch?v=YygfqDH8rik

http://youtube.com/watch?v=mJW46-fH9bA

http://youtube.com/watch?v=e4E6sDQea-o

http://youtube.com/watch?v=9lEcEU-9e2s

http://youtube.com/watch?v=MmAHAuCDIQA

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