Primero fué un autito LandRover a escala 1:24, luego la posta ha sido seguida por varios juguetitos de plástico (especialmente animalitos) ansiosos por recorrer el Perú :D

domingo, agosto 31, 2008

Último Día del InkaFest - Huaraz 23 y 24 de Agosto

Narrado por: Indiana Jones, quien después que su última película estuviera ambientada en un Perú de ficción, ahora quiere conocer el real :)

El Inkafest es un festival de cine de montaña que se realiza todos los años desde el 2005 en la ciudad de Huaraz. El tour InkaFest continúa luego en Lima y en el Cusco.

Por culpa de la tesis de mi dueña, sólo pude estar el último día (por lo que yelinna y yo nos perdimos un montón de películas incluyendo todas las ganadoras). Recién el viernes 22 al mediodía pudimos embarcarnos a Huaraz.

Pasamos por:
12:50 om: Salida del bus
(nos detuvimos bastante rato en la terminal de los Olivos)
1:40 pm: Salida de la terminal de los Olivos
2:30 pm: Peaje el Serpentín
3:45 pm: Huacho
4:00 a 4.30 pm: Barranca (parada para comer)
5:00 pm: Pativilca
6:00 pm: Control en Chasquitambo (nos detuvieron como veinte minutos)
7:00 pm: Cajacay
9:00 pm: Huaraz

Llegamos justo terminando la proyeccción de películas del viernes. Ya allá Bruno nos esperaba para llevarnos al auditorio Monttrek, donde se realizaba el InkaFest. A la entrada se podían comprar revistas Viajeros a un precio muy bajo: tres por diez soles. Además de dulces hechos a base de hoja de coca.

Quien estuvo a cargo de la proyeccción de las películas fué José "El Marrano", el maestro de ceremonias era Bruno y el organizador: Iván.


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Esta es la sala de control desde donde se ponían las películas.

Llegamos justo a tiempo de recoger todo, guardar las bancas y cerrar :(

Esa noche cenamos en Las Brasas, un agradable restaurante cercano. La proyección de las películas continuaría el día siguiente en la tarde.


Sábado 23:

Esa mañana, Germán había llevado a la gente inscrita a un trekking que iba del distrito de Monterrey a Wilcahuaín, templo pre-inca ubicado a la salida de Huaraz. Mientras tanto, el resto de la gente preparaba todo (desde el proyector hasta ordenar las sillas) para la tarde. También se organizó un concurso de escalada en roca, pero mi dueña y yo no pudimos ir :(

Huaraz tiene un clima muy agradable por estos meses. Aún no llueve (no demasiado), hace sol durante el día, y de noche no hay demasiado frío.

Este día el alcalde invitó a toda la gente del InkaFest (jurado, organizadores, voluntarios, staff...) a un almuerzo a las afueras de la ciudad. Desde Huaraz, ya sea desde la misma ciudad o afuera, se puede apreciar la Cordillera Blanca.


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Momento en que recién preparaban la pachamanca.

Las fotos de este fin de semana están aquí.

la pachamanca, recién preparada, tiene muy buen sabor. Como nos explicaba Bruno, se debe hacer apenas llegan los comensales, ya que si se enfría pierde el gusto. Y toma tiempo prepararla. Ya casi teníamos que regresar para el InkaFest cuando abren la tierra y nos dicen que ya está lista.

Compuesta de carne de cordero, humitas de maiz, camote, habas... ahora hubo algo que no siempre hay: humitas de yuca, y oca (el "alimento de los incas" la llamaban).

No pudimos probar la carne, porque ya Bruno, Marrano y Yelinna debían volver al auditorio Monttrek.

Ese día, también se proyectaron algunas películas en el auditorio de la municipalidad de Huaraz. Yelinna se hizo cargo de una parte de esta proyección hasta que llegara su reemplazo. Desde el Monttrek a la municipalidad son unas pocas cuadras de camino por la avenida Luzuriaga y un par de calles. Junto a la Plaza de Armas siempre hay una feria artesanal, la cual vale la pena visitar pues venden infinidad de cosas.

Era la noche de la clausura del InkaFest y la estrella fue Sebastián Alvaro, uno de los jueces y director del programa de la tv española "Al Filo de lo Imposible". presentó y narró un excelente video acerca de sus expediciones y aventuras. Notable fué la narración de la escaladora que se cayó desde varios metros de altura mientras rapeleaba junto a una cascada. Se rompió un brazo, la cadera y muchas otras cosas más, esperó 16 horas hasta que un helicóptero la sacó de allí, le dijeron que no volvería a caminar... dos años después cruzaba el Sahara con una expedición, llegaba hora y media después del último caminante diciendo "Zebastián... me duele la cadera". Y él le respondía: "Puez a mí me duelen hazta las peztañaz, azí que dale".

Otro momento memorable fue, en el video, cuando Sebastián le daba ánimo al escalador Juanito, quien, con un edema pulmonar y a una cantidad escandalosa de metros sobre el nivel del mar (era una escalada en el Himalaya si no recuerdo mal) :
- Me importan trez cojonez tuz congelacionez. Ponte la mázcara de oxígeno que todo va a mejorar.
Finalmente Juanito logra regresar al campo base diciendo, en broma: - Ezpero que tengan una habitación en el hotel".
A medida que pasaba el video, Sebastián iba narrando lo que ocurría: los saltos en globo, las expediciones al ártico, al Everest, un poco de historia acerca de la conquista de esta montaña, la cual se remonta a principios del siglo veinte (el Everest será la más alta, pero la más difícil es el K2).

En total, son 14 las montañas que pasan de los 8000 metros. El paisaje en el Himalaya a poco más de 5000 metros es exactamente igual al aspecto de los Andes a esa misma altura. Mientras más alto se está, más frío y más seco es, y el oxígeno más escaso. Algunos consideran a los 7000 msnm como el umbral de la muerte, otros lo ponen más arriba.

Esa noche nos encontramos con Richard Hidalgo, quien ya se ha escalado el Cho Oyu (llevaron calendarios de Richard con la foto de esta montaña y no quedó ni uno). Esa noche hablaba del día que ya tenía que partir a Nepal.

En la ceremonia de clausura estuvo el alcalde de Huaraz, y al final, un grupo de música folklórica bailó una danza de la cultura chavín.

Una película memorable fué el documental acerca de la Rinconada. Un pueblo ubicado en Puno, a 5000 msnm, y que aún vive en condiciones dignas de la época colonial. Dedicado exclusivamente a la minería, la gente trabaja extrayendo el poco oro que se puede sacar de minas hechas, literalmente, de hielo. Este pueblo es como un Lejano Oeste polar: en el único día en que los mineros pueden extraer oro para sí, lo poco que encuentran lo cambian por dinero en las casas de cambio.

Aconcagua Speed Flying es la filmación del descenso en paracaídas y esquiés desde el punto de vista del protagonista pues la cámara va filmando todo el descenso, sin cortes ni arreglos. Es fácil caer en el vértigo viendo esta película.

Y ojalá pudiera comentar acerca del resto de las películas, pero me las perdí casi todas. Lo bueno, es que van a volver a proyectarse en Lima a partir del 11 de septiembre en el Centro Cultural España (Natalio Sánchez 181, Parque Washington, Santa Beatriz) y en el Cusco a partir del 25 de septiembre.

Y los jueces especialmente pudieron por fin descansar. Como dijo Sebastián, ser jurado no es sencillo, están todos durante once horas al día en una habitación para ver películas y salen, cual prisioneros, sólo para comer, dormir y entre otras cosas muy necesarias.

Ya después de la clausura, vino una sesión de fotos con el jurado y los organizadores (aún estamos esperando que nos las pasen!) y luego, la cena de celebración del final del Festival.

Domingo 24:

Ya era hora de recoger todo y prepararse para el regreso, esa noche. Hoy la gente se dió el lujo de levantarse tarde y desayunar aún más tarde (no tanto, porque había un almuerzo para antes de las dos pm). toda la mañana la pasamos en el hotel, hasta poco antes de almorzar, momento en el que Bruno y Yelinna aprovecharon para recorrer los mercados de Huaraz, y ya después del almuerzo, fueron conmigo a los baños termales de Monterrey.

Monterrey es un distrito a unos quince o veinte minutos desde Huaraz. El paradero está cerca al puente, y desde allí, se puede ver la enorme mole de hielo que es el Huascarán.

La entrada para los baño privados es de 3.50 soles, por media hora. Algo caro comparando los dos soles en Huancahuasi por tanto tiempo como quieras. Pero es un lugar perfecto para pasar la tarde. Posee una piscina al aire libre y está junto a un bonito hotel. Las aguas de estos baños termales contienen hierro y cobre, por lo que su color es oscuro. Hay una poza, de la que sale el agua directamente, hirviendo. Aquí se pueden ver costras de hierro y cobre, oxidándose al sol.

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Esto está mejor que la calavera de cristal :D :D

Como es fin de semana hay mucha gente. Ya eran casi las cinco de la tarde y el sol empezaba a caer. Bruno contó que solía venir con su familia cuando era niño. En el hotel Monterrey, hospedarse no es caro: las habitaciones comparditas salen a menos de cincuenta soles por persona, considerando que éstas tienen no sólo camas y baño, sino también una pequeña salita junto a una chimenea. Lo único en contra es la ubicación, un poco lejos del centro de Huaraz.


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Otra vista de los baños de Monterrey, el balcón da a la piscina.


Volvimos ya al anochecer y nos reunimos en el hotel con el Marrano, a esperar la hora de la cena: Lomo saltado, y para quien deseara: café o té. Nos encontramos con los jueces por última vez, y nos despedimos de todos.

EL bus de mi dueña salía una hora antes que el del resto (un grupito partía al día siguiente). Bruno nos acompañó a la terminal y luego fue a reunirse con el resto de la gente al restaurante.

Pasamos por:
10:15 pm: partida
12:45 am: Cajacay
1:20 am: Chamana
3:15 am: Huacho
4:00 am: Chanchay
5:00 am: Ventanilla
6:40 am: llegada a la terminal de la Victoria.

El bus en el que vinimos es probable que en otro tiempo fuera un camión, pues, a mayor velocidad de bajada, en cada curva se balanceaba, se balanceaba...

Felizmente sobrevivimos!

Wilmer nos pasó sus fotos del viaje a Oyón por fiestas patrias!

miércoles, agosto 13, 2008

Intercon 2008 - Trujillo - 4 al 8 de agosto

El Intercon es un congreso de ingeniería que se realiza todos los años en una universidad del Perú. Esta vez tocó en la UPAO de Trujillo. El Intercon también incluye un concurso de proyectos de ingeniería, y por ello la universidad nos mandó para allá :D

Esta vez, narrado por Tomoyo.
Del grupo de proyectos fuimos Jose Luis "El Peón", David, Héctor, Luisa, Alejandro (quien se quedó menos días por trabajo) y Yelinna.

El punto de partida fué la terminal de la empresa ITTSA a las ocho y media de la noche donde ya esperaban Hector y el ingeniero José Rosales. Habían que llevar muchas cosas: mesas, computadoras y herramientas, todo para el concurso de proyectos.
A las nueve ya se habían entregado las cosas que irían en la bodega del bus y media hora después iniciábamos el viaje.

Pasamos por:
10:30 pm: Ancón
11:00 pm: Pasamayo
11:50 pm: Huacho
12:30 am: Barranca
2:00 am: Huarmey
3:00 am: Casma
3:50 am: Chimbote

Llegamos a Trujillo a las seis de la mañana, justo al amanecer. El ingeniero Jorge Tejada (el director de la escuela de electrónica) ya estaba en Trujillo desde hacía un par de días. Después de llamarlo por el celular (y despertarlo) vino a llevarnos al hotel, a unos diez minutos de caminata de la UPAO.

La semana anterior se había celebrado un concurso de ramas de la IEEE,así que allá también estaban varios amigos más: Antony, Willy, Richard, Felipe (regresó a Lima ese día), Jorge y Álvaro (quienes de paso habían ganado el concurso) quienes nos ayudaron a cargar todas las cosas y guardarlas en nuestros cuartos.

Después de instalarnos (Luisa y Yelinna tuvieron un cuarto para ellas solas, mientras que los chicos tuvieron que acomodarse de a cuatro en los suyos, excepto los dos ingenieros, claro)

El concurso de proyectos sería el jueves. Hasta entonces, la gente estaría atada a sus proyectos. Ese lunes mi dueña y sus compañeros que irían al concurso sólo salieron del hotel para ir a la UPAO, ver las inscripciones y asistir a la inauguración del INTERCON en la noche.

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Esto es lo primero que se ve al entrar: la pileta de la UPAO.

El martes se dedicó casi por completo al trabajo (Yelinna apenas pudo asistir a una conferencia en la noche). Desde el principio, Héctor y Luisa tuvieron problemas con su proyecto: el circuito había soportado mal el viaje y ya no quería funcionar. Aparte, Giove, JoseLuis y Yelinna daban los toques finales a su presentación.

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Faltaban arreglar muchas diapositivas. En este menester, JoseLuis fue el más entusiasta.


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Un poquito del proyecto de JoseLuis y Yelinna

Esa noche nos quedamos despiertos hasta las dos de la madrugada. Hector y Luisa intentaban armar su circuito en la cama, aunque eso es muy difícil.

Las fotos de todo el viaje están aquí.

Dado que la universidad daba una cantidad de dinero al día para gastar en comida, durante todos estos días mi dueña y sus compañeros estuvieron gastando en almuerzo, cena y desayuno (cuando se podía) mucho más de lo que normalmente gastarían. Así, encontraron un lugar adorable dónde comer ensaladas de frutas, jugos, postres y sandwiches. Gastar seis o siete soles en un desayuno era muy fácil pues no es un lugar muy barato. La tienda se llama Damasco y queda en la cuadra 12 de la avenida Húsares de Junín y se convirtió en el lugar obligatorio para cenar y desayunar esos días.

Trujillo es como Lima, sólo que más chiquito y con mejor clima. Los alrededores de la UPAO recuerdan a lo que es Santa Patricia en el distrito de la Molina en Lima. El sol y la temperatura en Trujillo son como los de Lima por los meses de Diciembre y Enero pero con menos humedad.

El martes no hubo tiempo para desayunar, había que arreglar varias cosas para el concurso. En la tarde: más conferencias y arreglos de los proyectos. David tenía problemas con su webcam, Hector y Luisa no avanzaban con lo suyo y a JoseLuis y Yelinna les faltaban varias cosas en su presentación.


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Lo bueno de la UPAO es que tiene una linda arquitectura.

El miércoles en la mañana les tocaba concursar a la gente de la escuela de sistemas. De paso, aprovechamos para conocer las salas donde es el concurso. A la hora del almuerzo se pudo aprovechar para conocer un poco más de Trujillo. Allá, lo que en Lima se conoce como Shopping Center, en Trujillo se le llama Mall. Existe uno atrás de la UPAO y JoseLuis, Yelinna, Hector, Luisa y David fueron para allá a almorzar.


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Parece una mezcla del Jockey Plaza y el Plaza San Miguel de Lima.

Ese día el mall estaba casi vacío. Incluso un guardia le dijo a Yelinna que estaba prohibido tomar fotos que no fueran familiares, lo cual es una gran tontería, y que fué ignorado olímpicamente. Las órdenes absurdas e insensatas (como no poderle tomaar fotos a una tienda por fuera, ya es bastante no poder hacerlo por dentro) merecen ser ignoradas :D

Existe otro Mall, un poco más lejos, donde están las tiendas Saga Fallabella y Ripley. Cruzando la pista, y justo en frente, hay dos chacras de maíz. Una parte de Trujillo recién se está urbanizando, y aún se pueden ver urbanizaciones enteras en construcción.
Almorzamos en el Mediterráneo Chicken, frente a la chacra de maíz. En la UPAO habían más conferencias en la tarde, pero ya no pudimos ir, los ingenieros les pidieron a JoseLuis y a mi dueña que les hicieran una presentación antes del concurso en el hotel y ya no hubo tiempo para nada más. Ese días nos acostamos a casi la una de la mañana.

El jueves, muy temprano, fuimo a la UPAO llevando todo lo necesario para el concurso. Davir, Hector y Luisa debían armar sus mesas y conectar sus computadoras. Alejandro les había pretado su LapTop a JoseLuis y Yelinna y ya tenía todo lo necesario instalado. El concurso fué a las once de la mañana, todos casi al mismo tiempo. Incluía una presentación en powerpoint y una demostración del proyecto. Los resultado recién se conocerían el viernes en la noche. Después de recoger todo y llevarlo al hotel, recién quedamos en libertad pasada la una de la tarde.


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Otra foto en la UPAO. Es bonito el detalle de la rueda de madera.

Esa tarde David, Luisa, Hector, JoseLuis y Yelinna, aprovechando su libertad, fueron a almorzar al Mall detrás de la UPAO y de ahí a la feria de artesanías que había cerca al estadio Mansiche. También nos dimos una vielta por el estadio. Iba a haber un concierto gratuito de música cristiana en la noche (JoseLuis quería asistir) y a pesar que eran recién las cuatro de la tarde, ya había gente esperando entrar. En una de las puertas laterales, un guardia muy enojado, echaba a cuanta persona se acercaba, diciéndole que la entrada no era por ahí. David, le dijo que éramos estudiantes que participaban en el Intercon, que veníamos de parte de la UPAO, etc etc, hasta que al final nos dejó pasar.


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Helo aquí: el estado Mansiche.



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Aquí ya estaban preparando todo para el concierto.



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La prueba de que estuvimos en Trujillo :D


Ya de aquí tomamos un taxi y regresamos al hotel (para ir a cualquier parte íbamos en taxis, se fue mucha plata en puros taxis). Después de descansar una hora, mi dueña fue a la última conferencia del día, y más tarde, JoseLuis fue al concierto. Nos dijeron que regresó a la medianoche.

El viernes fue un mejor día. En la mañana Yelinna se encontró con Jorge después del desayuno y juntos fueron a la plaza de armas de Trujillo.
El centro de Trujillo es igual al centro de Lima, sólo que más chiquito, al igual que su mercado. Es taan parecido que hasta tiene su tienda Carsa pintada de amarillo. Como se rumoreaba que es peligroso, Yelinna no llevó la cámara :( pero diré que no es peor que el centro de Lima, quien sabe moverse por este centro, puede moverse por el centro de Trujillo sin problemas.
Una versión de Lima en chiquito: más chiquita la plaza, las iglesias, el mercado. Pero igual de bonito.

Luego, en una calle, casi escondido, nos topamos con el Museo del Juguete:




La dirección es Jr. Independencia Nº 705. Las visitas son de lunes a sábado de 10 de la mañana a seis de la tarde. Hay que mirar con atención ya que la entrada es muy pequeña y Jorge no la vio.
Para entrar hay que subir una escalera. Frente a la puerta hay un letrero que dice que el fundador del museo sólo acepta para su museo juguetes anteriores de 1950 (aunque en el museo hay juguetes de hasta después de 1960). Es por una cuestión romántica: él considera que los juguetes antiguos tienen un toque personal y único que no tienen los juguetes actuales. Es verdad. Pero los juguetes actuales tienen un mejor acabado y un mejor diseño, sólo hay que comparar los transformers de hace veinte años con los actuales!

Después de caminar mucho y recolectar folletos de tours a Huanchaco y Chan Chan, volvimos al hotel. Allí descansamos hasta la hora del almuerzo, donde Hector, Luisa y Jorge notaron que les sobraba mucho de lo que les había asignado la universidad y había que gastarlo (o devlverlo, y nadie quiere hacer eso ¿verdad?).


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Ni los grafitis de Trujillo tienen qué envidiar a los de Lima.

El viernes en la noche fue la ceremonia de clausura del Intercon. El segundo lugar de proyectos de posgrado lo ganó ALejandro con su "sistema de reconocimiento y ejecución de partituras musicales usando procesamiento digital de imágenes" , y el tercer lugar en pregrado, David con su "sistema de vigilancia IP empleando procesamiento digital de imágenes".

Acerca de otros proyectos, en este link.


El sábado en la mañana ya tocaba guardar todo, pues las habitaciones debían quedar desocupadas al mediodía. JoseLuis aprovechó sus últimos soles de la universidad para comprar dulces en la tienda Castañeda, que queda casi al frente del Mall atrás de la UPAO.

Después de desocupar los cuartos, nos fuimos todos a Chan Chan (está algo lejos de la carretera, por eso fuimos en taxi. La entrada más cara, la de adultos, está a once soles, pero eso no importaba porque la universidad pagó :D :D )


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Son famosos los diseños de Chan Chan. Éstos representan nutrias marinas, las líneas representan el mar.

Chan Chan es en realidad una ciudadela inmensa. Algunas partes no han sido desenterradas aún y otras están en reconstrucción. Algunos lugares están protegidos de la lluvia, la cual es muy dañina para estas construcciones de adobe.

La manera en que tenían los Chimú para conseguir agua era cavando grandes reservorios en el suelo, los cuales se llenaban del agua que existe a varios metros de la superficie.


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Este es el reservorio de agua más grande de Chan Chan.

A pesar del tiempo, el agua sigue brotando. Para evitar que se rebalse, parte de ella se drena al mar. Cada seis meses revisan el reservorio por si el ducto de drenaje llegara a taparse.
Esto es como una laguna artificial, y aquí viven varias aves y plantas acuáticas.

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Una última foto con estos dos caballeros.

La desaparición de la cultura chimú es probable que se deba a un fenónemo del niño que ocurrió hace unos mil años. Cuando los conquistadores españoles llegaron, aquí ya no vivía nadie.

A la entrada de Chan Chan hay tiendas de recuerdos. Lo más bonito son los polos (diez soles cada uno). También venden dulces y gaseosas.

Luego fuimos a almorzar a Huanchaco. Como es una playa, las cebicherías abundan, así como los puestos de artesanías. Lo malo es que para entrar al muelle cobran cinecuenta céntimos.
Richard ya había venido hace diez años y dice que Huanchaco es diferente ahora, que ha progresado mucho. Ya en Lima nos comentaban que antes no había tantos hospedajes.
Pudimos bajar a la playa recién a las cinco de la tarde, y aún hacía un poco de calor. Las únicas que entraron al agua fueron Luisa y Yelinna, y el mar aquí no es tan frío como en Lima. Por cinco soles se puede dar un paseo en caballito de totora (sí, ambas se dieron un paseo).


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El atardecer en Huanchaco. A la izquierda se puede ver el muelle.

Estuvimos de vuelta en el hotel ya de noche. El bus partía a las diez, así que aún teníamos unas horas para pasear y/o descansar. Yelinna aprovechó para dar un último paseo por la calle. Otro grupo se fué a buscar qué comer. Una hora después ya estábamos en la terminal.

De regreso, pasamos por:
Medianoche: Provincia de Santa (Ancash)
12:15 am: Chimbote
1:10 am: Casma
3:30 am: Barranca
4:15 am: Huacho
5:20 am: Psamayo
7:00 am: Lima


Además Mario nos envió sus fotos del viaje por fiestas patrias!

sábado, agosto 02, 2008

Chiuchín - Huancahuasi - Rapazmarca: 26 al 29 de Julio

Salida por Fiestas patrias organizada por Mario López. Mientras que el pueblo de Chiuchín queda en Huaura, Huancahuasi ya está en la provincia de Oyón, la cual limita por el este con la región Pasco.
El límite entre Huaura y Oyón lo marca el río Checras. En total los afluentes del río Huaura son:

Afluentes por la margen derecha:
Río Huancoy, Río Yarucaya.
Afluentes por la margen izquierda:
Río Pampahuay, Río Checras, Río Huananque
(fuente: Ministerio de Energía y Minas).

Esta vez la salida es narrada por Chenn, la guepardo.

El punto de reunión fué el parque a espaldas del cine Orrantia a las 8:30am del sábado 26. Lo malo fue que unos polícías de la municipalidad empezaron a hacer problemas aludiendo que estaba prohibido estacionarse allí, cuando ese parque ha sido paradero para excursiones y viajes durante ya bastante tiempo. Estuvieron fastidiando durante bastante rato (y seguramente queriendo obtener algo por fiestas patrias), hasta que por fin, recién a las nueve de la mañana, pudimos partir, pero no desde el mismo parque, sino en un paradero un poco más allá, en la Javier Prado.
En total éramos 21 personas, incluyendo una familia con dos niños y una niña.

Pasamos por:
11:00 am: Chancay. Aquí nos detuvimos a comer algo en una cafetería llamada Delfino. Un sitio muy bonito, pero también donde la comida cuesta casi el doble que en otros lugares.
11:50 am: partida.
1:00 pm: Huaura
1:50 pm: Sayán. Almuerzo.
En la plaza de Sayán hay una conocida dulcería llamada Lumbre, que existe desde 1904. Allí se pueden conseguir tejas, alfajores y los favoritos de mi dueña: guindones con Manjarblanco.
Sayán es un pueblo muy tranquilo, casi sin tráfico y con mucho sol. La plaza actual data del 18 de Julio (hace una semana).

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Nikolai, nuestro corresponsal para The Traveling Picture Show vino con nosotros :D

A las cuatro partíamos de Sayán (685 msnm). Tres horas después llegábamos a Chiuchín.
8:40 pm: Huancahuasi (3200 msnm). Como estaban arreglando el puente tuvimos que caminar un poquito hasta el hospedaje.

Es bonita la noche en esta época del año en Oyón, totalmente despejada (a Yelinn le recordaba a las noches a orillas del río Tambo hace exactamente tres años).

Domingo 27:

Nos despertamos a las siete y antes del desayuno y el grupo se dirigió a los baños termales de Huancahuasi, a un kilómetro de distancia del hospedaje. La entrada está a dos soles y permitía entrar nuevamente en la noche.

En Huancahuasi la gente cría aves de corral, burros, cerdos, cabras, vacas, ovejas y en especial caballos. Posiblemente es época de cría pues hay muchos potrillos, algunos aún tomando leche de sus madres, así como lechones y pequeños corderos.
Los caballos son alquilados para los visitantes.


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En lugar de ir a los baños termales, yo preferí ir a buscar el desayuno.


Los baños termales de Huancahuasi asemejan a una poza natural en la roca con una cascada de donde cae el agua caliente. El agua contiene cobalto, hierro y zinc y no es tan caliente como la de la calera en Huayllay. Después de estar casi una hora allí fuimos a desayunar al hospedaje.
De desayuno hay de todo, no sólo pan o leche: se podía pedir trucha, pollo, papas (generalmente fritas), galletas con queso, té de muña, café... También tenían gaseosas y agua mineral. La leche era leche sacada directamente de la vaca y también se podía pedir con café.


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Esta es la entrada a los baños de Huancahuasi. A la entrada encontramos a una señora que vendía té de muña.


Dos horas después partimos hacia Chiuchín. Un grupo prefirió ir caminando hasta Picoy, además de que caminando se aprecia mejor el paisaje. Hacía sol, pero también corría un viento muy frío.

En este lugar la muña y el capulí (o Golden Berry) crecen de forma silvestre. Para preparar té de muña sólo se debe arrancar unas ramitas y ponerlas a hervir, por eso es tan barato: en el hospedaje nos llenaban una botella de medio litro por cincuenta céntimos.

En el camino que va de Huancahuasi a Picoy hay una piscigranja donde paramos a tomar fotos.

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Yo seguía con hambre.

Al mediodía llegamos a Picoy. Una señora que en la plaza vendía agua de durazno, nos dijo que el nombre viene porque el pueblo está metido entre picos. Picoy está a la margen izquierda del río Checras, en Huaura.

De Huancahuasi a Picoy hay cinco kilómetros. De Picoy a Chiuchín hay ocho kilómetros, por eso una parte del trayecto la hicimos en la couster.

Llegamos a los baños termales de Chiuchín a eso de las dos de la tarde. Aquí las aguas contienen azufre y son muy calientes (o posiblemente las sentimos más calientes que las de Huancahuasi porque hacía calor afuera). Más parecidos a una piscina con una caída de agua, no tienen un aspecto tan bonito como los baños de Huancahuasi. La entrada también está a dos soles, pero pudimos convencer al cobrador que nos lo rebajara a un sol.
Alrededor de los baños hay sitios para hospedarse y hacer camping. Almorzamos en Chiuchín. Como en todas partes de la sierra, el plato de pachamanca contiene comida para dos personas. Lo mejor para pedir es la trucha, auque aquí es un poco más cara que en Huancahuasi.

Ya en la noche, y aprovechando las entradas de la mañana, volvimos a los baños de Huancahuasi. Temprano en la mañana y en la noche hay muy poca gente, por lo que los baños eran prácticamente para nuestro grupo :D


Lunes 28:

Después de desayunar (en realidad mucho después) partimos hacia el pueblo de Rapaz, a ocho kilómetros de Huancahuasi. Ya eran las diez de la mañana. Ocho kilómetros en realidad son pocos, especialmente si se camina por un camino afirmado. Un grupo prefirió quedarse en Huancahuasi e ir a los baños termales.

Hacía calor y calculamos que llegaríamos a Rapaz en dos horas, pero habíamos salido muy tarde (lo ideal hubiera sido a las ocho de la mañana). Íbamos siguiendo el cauce del río Checras. Aquí, entre Oyón y Huaura, no se nota que fuera la temporada seca, los cerros aún están verdes y el río baja con bastante caudal. POr estos meses, Huarochirí ya está desértico, así como las zonas más bajas de la región Lima.


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"Mmmnn... el Perené es más grande :) "

Ya era mediodía cuando quienes iban primero, mi dueña y Angela, avistaron las ruinas de Rapazmarca.
Un señor que cuidaba sus vacas dijo que aún quedaban como cuatro kilómetros para llegar a Rapaz. Dado que no se veía a Mario y no sabíamos si continuar, ellas decidieron ir a las ruinas, que estaban bajando la quebrada, cruzando un puente sobre el río y subiendo hacia el otro lado. La mamá de Angela se quedó cuidando las cosas.

Rapazmarca recuerda un poco a Rúpac, en Huaral, sólo que estas ruinas están peor conservadas. Las plantas las cubren, pero es fácil distinguirlas desde el camino. Después de un rato, Teresa y Carlos nos dieron el alcance.


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"I feel like Indiana Jones :D :D "


Aprovechamos para comer algo y esperar al resto del grupo, que aún estaban por la carretera. Desde aquí se pueden ver las paredes del cañón de Punguyo. Una vez que estuvo todo el grupo junto, y dado que ya se hacía tarde, se decidió ya no ir a Rapaz, cuyo atractivo reside en su iglesia colonial y no era seguro que estuviera abierta, sino al cañón, hasta donde nos alcanzara el tiempo.

Como nos comentara Mario, el problema de estas culturas antiguas es que siempre hubo más de una, vivían guerreando entre sí y si una conquistaba a otra, la cultura vencedora solía construir encima de la vencida. O si una clutura desaparecía, venía otra y se asentaba en el lugar. Esto ocurrió muchas veces, por ello, cuando se trata de culturas muy antiguas es muy difícil saber quienes fueron y cómo vivieron.


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Un último vistazo de Rapazmarca.


En el trayecto Mario nos explicó un poco de la flora de la región, él sabe diistinguir el tipo de flores que recién se encuentran por los 3500 msnm. Una flor típica de la sierra son los zapatitos, los cuales abundan también por Yauyos. Existe un árbol que atrapa la humedad en su corteza, permitiendo que otras plantas crezcan en él. Ya cerca al río hay helechos, y hay quien ha sembrado pequeñas rosas.

El cañón de Punguyo está bordeado por paredes de piedra caliza y por su interior el río forma una cascada. Su interior recuerda a los caminos llenos de plantas de la selva alta, o los que llevan a las cascadas de Bayoz y velo de la novia en Satipo. La diferencia está en que aquí hace frío.


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¡Es como estar en la selva!

Sueguimos ascendiendo por el cañón hasta que ya era hora de regresar, pues se hacía tarde. Ya en el camino hacia Huancahuasi nos encontramos con un poblador que dijo que, desde donde habíamos llegado dentro del cañón, faltaban cinco horas para llegar a Cerro de Pasco. También Mario comentó que ya habían acampado un poco más adentro. También nos contarn que por aquí hay zorros que suelen robarse las gallinas.

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Aquí se ve el cañón de Punguyo hasta donde alcanzamos llegar. Por esa dirección ya se llega a la región Pasco.

Estuvimos de regreso en los baños de Huancahuasi después de las cinco de la tarde. Al otro lado del camino, casi al frente, están los baños de Picoy, a los que no entramos, por considerar los de Huancahuasi inmekjorables. Aquí hay kioskos y puestos de comida, pero ya tan tarde la trucha ya se había acabado (en realidad mi dueña se comió la última).

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Esta es la entrada para los baños de Picoy.

Esa noche, por ser Fiestas Patrias, había fiesta en Huancahuasi. La banda del pueblo primero tocó cerca al hospedaje (hicieron mucha bulla) para puego ir a la plaza para seguir tocando toda la noche. Felizmente estaban demasiado lejos para molestar en el hospedaje. Ya más tarde se escucharon unos pocos fuegos artificiales.


Martes 29:

El grupo había acordado con Mario salir muy temprano y desayunar en Churín, pero en el hospedaje tuvieron comida preparada ya desde las seis de la mañana, por lo que una hora después toda la gente ya estaba desayunando. Algunos compraron muña para el camino.
Bajamos hasta el río, cruzamos el puente y abordamos nuestra couster. Partimos a las ocho de la mañana.

De regreso pasamos por Picoy, y Chiuchín. Antes de las diez ya dejábamos atrás el valle del río Checras para entrar al valle del río Huaura.


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Una foto de Picoy.

Ya por debajo de los 2800 msnm se puede ver cómo cambia el paisaje. Éste se vuelve desértico y caliente.

Aún no eran las diez cuando llegamos a Churín (2080 msnm), un pueblo con mucho movimiento y actividad comercial y turística. Cerca a la carretera y a la plaza es fácil encontrar tours que hacen visitas a los baños termales. Un grupo se quedó bañándose en los baños de la Mamahuarmi, mientras que otros preferimos ir a conocer Churín.
Hace calor y Churín está rodeado de cerros, por esta temporada, completamente pelados.

Se puede leer acerca de Churín y la leyenda de la Mamahuarmi en esta página.

Churín es casi como el equivalente de Chosica para Huaral. Al quedar justo en la carretera, es el sitio perfecto para comer algo o pasar la noche antes de seguir rumbo a otros lugares, o al regresar después de largos dís acampando. En el mercado se puede comprar miel de distintas variedades.

A las dos de la tade nos detuvimos en Sayán para almorzar. El pueblo se veía vacío, casi como aparece Lima la mañana de Navidad o Año Nuevo, un contraste tremendo con Churín. Fuimos a la dulcería por más guindones con manjarblanco pero ya no tenían nada. Era como si hubieran tomado la tienda por asalto llevándose todos los dulces y dejando la vitrina vacía vacía. Fué media hora después en que la señora preparó unos pocos alfajores.

Casi dos horas después abandonábamos Sayán. Tomamos desvío por Río Seco, siguiendo un camino polvoriento, entre chacras cuyas plantas alcanzaban fácilmente los dos metros de altura. Incluso vimos lo que parecía una garza, parada en la acequia. Fué la parte más calurosa del recorrido.

A las cinco ya estábamos en Chancay, a orillas del mar, donde ya hace frío y está todo nublado. Apenas dos horas después ya estábamos en el mismo punto de inicio, el paradero en la Javier Prado.

Las fotos de todo el viaje están aquí, incluyendo un mapa de Huaral y Oyón, y los planos de Sayán y Churín.